La Guzmán Textual

¡Alejandra Guzmán: tú nunca caminarás sola! Junio 2019

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Ningún evento de La Guzmán es solo un evento.  Para los fans, los verdaderos, los que la amamos, un concierto de la “Reina de Corazones” se vuelve todo un acontecimiento, y así fue en Mazatlán.

Ahora lo sabemos, para nuestra “Eterna” las cosas no han sido fáciles y aunque estamos acostumbrados a verla siempre salir victoriosa de cualquier batalla, no podemos dejar de sentir esta sensación de angustia, de tristeza. Ser fan a veces duele.

Alejandra se enfrenta a situaciones delicadas: los problemas familiares, el reciente robo a su casa, la exigencia de una crítica y un público que siempre cuestiona y los problemas que solo Dios escucha.  La semana pasada, en notas televisivas se aseguraba que Alejandra estaba “bajoneada”; los fans lo habían escuchado.

La publicidad lo anunciaba: Alejandra Guzmán cantaría el 15 de junio en Mazatlán. La fecha se grabó de tal manera en la cabeza y en el corazón de cada fanático que fue imposible pensar en cualquier otra cosa.

Una semana bastó para organizarse; habría que actuar y ellos estaban listos. Nadie los había llamado y llegaron todos a tiempo, todos con ideas, con entrega; ninguno faltó. Iniciaron en Facebook y luego con un grupo de Whastapp y durante días enteros y noches también, pensaron en ella como quien busca gritarle al mundo con todas sus fuerzas que el amor por Alejandra Guzmán es inmenso, pero a la vez, intentando que apenas en un murmullo para no lastimarla, ella pudiera escucharlo.

Así son los fans, los que siempre se debaten en la dura contradicción entre un “no molestar ” y una expresión magnánima de amor.

Todavía no sabían qué hacer, pero ya estaban listos. Estaban los mismos que habían comprado su boleto y los que por razones geográficas no podrían asistir, pero al final, encontraron el modo de estar. Los mensajes a través de una computadora y del teléfono no cesaban ni tampoco las ideas; porque cuando se ama tanto, todo parece poco. Y las flores, “Rosas Rojas” no podían faltar, ni las playeras, ésas que todo fan porta con orgullo para distinguirse, porque nosotros sabemos que una cosa es ser público, curioso o invitado y otra muy diferente ser fan. No faltó la pasión ni tampoco el corazón, ése que siempre late cuando la escuchamos. Todo parecía estar listo y, aun así, para ellos no era suficiente.

No sé a quién se le ocurrió y estoy segura que no importa, no era momento para buscar créditos, ella era más importante, así que lo hicieron. La idea apareció: Imprimir en hojas carta frases de amor, de confianza, de apoyo. Esta vez sería al revés. ¿Cuántas veces la voz de Alejandra, sus canciones, su presencia nos había hecho felices? Ahora tocaba que los fans dieran al menos un poco de consuelo a su estrella y esta gente, los locos muertos de amor por su estrella, lo intentarían. No tenían idea si resultaría, pero si de poner el alma se trata, un fanático sabe hacerlo. Pensaron que ella los necesitaba y así lo habían decidido: Estarían junto a su diva: La Guzmán.

Un día antes corrieron a las copiadoras e imprimieron más de mil hojas cartas: “Fuerza Guzmán” y “Te amamos Guzmán”; el mensaje que salía de los corazones de cada fan tendría que ser legible para todo mundo si era necesario…. y también para ella.

La tarde del 15 de junio estaban listos. Los fans compraron y cuidaron más de 200 rosas, y cargaron sin importan lo que pesaba, más de 3500 mensajes de amor escritos en hojas que también serían cartas.

La organización era compleja, pero a las 17:00 hrs de ese 15 de junio nada los detendría. Se necesitó la complicidad del público y sin tener demasiado tiempo para ponerse de acuerdo, cada uno supo qué hacer. Repartieron sus hojas y explicaron a los asistentes lo que su corazón les había pedido: “Alejandra tiene que saber que la amamos”, pero ¿en qué momento alzarían los papeles?, ¿cómo? Los fanáticos pensaron en todo, sería en “Día de suerte”, así lo explicaron al público. Las instrucciones eran claras y mientras algunos de los asistentes se mostraron conmovidos y complacientes, otras personas apenas y les prestaron atención, pero nada importaba, los fans se habían hecho tremendamente fuertes y nada los haría alejarse de su objetivo.

El reloj continuó su curso y bajo la gran expectativa de la noche, Alejandra apareció en el escenario. Es imposible describir lo que cada fanático sintió, no hay palabras que alcancen, pero, aun así, ellos no dejaron ni un solo instante de pedir al universo que Alejandra los escuchara, que supiera que la amaban.

Llegó el momento: “Día de suerte” era la señal. La canción se escuchó y los nervios y el corazón de cada uno de los responsables de la hazaña de esa noche empezó a latir más fuerte, era el momento de expresarlo, de expresar en silencio y con gritos, todos tendría que saber cuánto se podía querer a una artista. Nada tendría que fallar y nada falló.  

La canción que cada vez se hace más icónica para los fanáticos, esta vez tendría que ser para ella y así fue. Los fans contagiaron al público y cientos de personas alzaron sus mensajes.

Alejandra dejó de cantar, se persignó y claramente dijo: “me han sorprendido con los letreros”. Ellos, los que tanto aman a La Guzmán, aplaudieron porque su mensaje había sido leído y escuchado. Muchos, con ella, también lloraron.

Las flores del Team Guzmán fueron ofrecidas a La Virgen de Guadalupe, quizá como una petición a la Madre de Dios: “Que el cielo bendiga a Alejandra Guzmán y a todos sus fans”

El concierto terminó y Mazatlán se quedará ahora con el recuerdo de unos fans que locos por su diva, creyeron en el poder de la intención y juntos alzaron la voz.

¡Alejandra, tú nunca caminarás sola!

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