Julio 2018
Se habló de tantas cosas, había tantas miradas curiosas, tanta expectativa. Era oficial, Alejandra Guzmán y Gloria Trevi en concierto. ¡Qué ironía!
Para mí todo era precipitado. Yo sólo quería verla, quería ver a una Alejandra Guzmán sana, altiva, superior a ella misma y al mundo entero, quería ver a la misma Alejandra de siempre y… ¡Y sucedió!
Fue en aquella primera entrevista: Gloria Trevi frente a Alejandra Guzmán. Estuve atenta desde el inicio, y no pasaron demasiados segundos cuando noté que ese aire arrogante mezclado con una enigmática sensibilidad tan propia de La Guzmán, seguía en ella. Al verla tan fuerte, mi preocupación por su salud desapareció y volvió el enojo. ¿Cómo era posible que después de una recuperación tan larga y delicada regresara a una “batalla” contra Gloria Trevi?
¡Qué emoción ni qué nada! Esa unión tenía tintes catastróficos y de insana locura. No podía no quería acostumbrarme a verlas juntas. ¡No!
Los días pasaron frente a mi negativa, frente a mi resistencia, hasta que apareció el primer sencillo y su primer vídeo “juntas”. Bastó sólo una escena; la primera, y todo cambió. La imagen de una Alejandra soberbia, que molesta aventaba un teléfono para después encontrarse con otra mujer, a quien parecía no querer ni siquiera mirar, me emocionó: “No es cosa de juego lo que vengo a decirte, mujer…” la letra, la música y el porte de La Guzmán revelaban más que el “supuesto” drama de una canción, una realidad que sugería la vida misma.
¡Qué atentos estuvimos a todas las batallas de esta lucha! Por supuesto, yo también. Sé que no perdimos detalles y en cada “round ” confirmé por qué La Guzmán significa tanto para nosotros.
Poco después se escuchó “Más buena” y otra vez la voz de Alejandra, desafiante y sin escudos, rompió el silencio.
No sé si fue intencional o no, pero Alejandra Guzmán siempre fue quien marcó el inicio de cada duelo, como quien juega una partida de ajedrez con las piezas blancas, como quien convencida de su grandeza demostrara lo que puede hacer, hacia dónde puede llegar y no conforme con ello, retara a vencerle.
Sucedía lo inverosímil y no sólo era aquella unión, aquel Versus, sino que muchos de nosotros, los fans de La Guzmán que no soportábamos la idea de ese ”cara a cara”, ya habíamos comprado un disco que finalmente, también le pertenecía a Gloria Trevi. Quizá del “otro lado”, habrán sentido lo mismo. No lo sé.
Y así, esperamos el primer concierto el 3 de junio del 2017 en Los Ángeles. La mayoría de los fans mexicanos no pudimos viajar, pero nada nos impidió seguirla. Aquella noche estábamos tan atentos a las transmisiones en vivo. Desde nuestro lugar, cada uno de nosotros y a su modo habrá gritado hacia dentro o hacia fuera por su artista.
La expectativa y los días siguientes marcaron nuestra propia lucha. Ya habíamos elegido un equipo, ahora eran los fans de Trevi Versus los fans de La Guzmán; la cita en México era el 22 de junio a las 21:00 hrs. en la Arena Ciudad de México, la espera desaparecía, estábamos preparados: ¡La guerra estaba declarada!